Por Maximino Brito Lazala
Esa mañana de un jueves con un sol radiante, aterrizabamos en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, de Nueva York, a las 8:30 AM., pronto estaríamos en la puerta de salida, para abordar un taxi que nos llevaría la 42 Street, al lado de la Estación Central de Trenes, pues a las 11:20 AM. Mike William, me esperaba para llevarme al despacho de su jefe Mr. J. Bijjur, para una reunión que debía empezar a las 11:30 AM., como solemos decir los latinos hora americana (que en realidad es «hora norteamericana»), y esa mañana se desvelaría ante mi un gran secreto referente al tiempo y la riqueza.
Se había hecho casi una costumbre que a mí llegada a New York, mi gran amigo judío, Moshe Rosen, me esperaba y después de un abrazo, íbamos a su carro para llevarme al hotel, ese día él estaba en Israel, en la Santa ciudad de Jerusalén, y debí abordar un taxi, pero para mí sorpresa había un autobús que por solo US$17.00, me llevaría en su primera parada frente a la Central de Trenes, aborde de inmediato, sin preguntar la hora de la llegada, pronto al desmontarme del autobús y dejar mi maleta de mano en el hotel que estaba en frente, uno de los primeros éxitos inmobiliario de Donald Trump, El Gran Hotel Hyatt, caminé a mi reunión, cuando tomé el ascensor al abrir la puerta en el noveno piso Mike William, me esperaba, eran las 11:40 AM., ese retraso me dejó la gran lección de lo que es en el capitalismo puro el tiempo, trabaja para los hombres de negocios, y por esa razón el año nuevo representa prosperidad y abundancia de riqueza; con un fino trato me condujeron a un salón de espera, y en los próximos 20 minutos, Mr. William, me comunicaba que mi reunión sería para el próximo martes a las 11:30 AM.
El ahorro de US43,00, que gane al abordar el autobús se había desvanecido, y el tiempo empezó a trabajar en mi contra porque por un un retrazo de 10 minutos, tuve que pagar 4 días de hotel, ya que pensaba regresar al otro día viernes a Miami, con los resultados de la reunión.
Cómo el tiempo puede trabajar para ti?
Simplemente el jefe de Mr. William, vende el tiempo y lo registra en su agenda, donde aparecen los objetivos estratégicos de cada día, y ahí la escusa no funciona. El secreto es que al empezar el 2019, pon todos tus objetivos y metas y repártelo en los 12 meses en contrato que nadie pueda violar y cada amanecer será un motivo de bienestar para tí, porque el tiempo va trabajar día a día para hacer realidad tus objetivos estratégicos, y habrá muerto la improvisación y el estrés será pieza de museo.
Y para quien es esto posible?
Para todos y a tiempo estamos, lápiz y papel, y comienza una lluvia de ideas y pon todo lo que tú quieres hacer, objetivos-cuantificado, hazlo por trimestres, luego por mes y luego por semana, regate dos agendas, la clásica y un planificador, y te darás cuenta porque nuestros mayores decían el tiempo es ORO, y el que lo pierdes es un bobo.
El martes siguiente a las 7:30 PM. estaba abordando en el JFK el avión de regreso al Aeropuerto Internacional de Miami, con el resultado y una lección aprendida, que me sigue dando frutos, por lo que el 2019, será un año de abundancia y prosperidad, y con la misericordia de Dios, que son nuevas cada mañana, el tiempo va a trabajar para mi y para usted…
…Feliz Año Nuevo
El autor es: Ingeniero, empresario y experto en Geopolítica